Conducir una Harley con viento II Parte

moriwoki

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2ª.- La colocación de nuestro cuerpo también debe suponer una ayuda para lograr que esa resultante se mantenga sobre la carretera. En la mayoría de las motos, con un peso inferior a los 250 kilos, el efecto de este recurso se deja notar en gran medida. Sin embargo, al trasladarlo a una de vuestras motos en general, no tendrá un resultado tan determinante, pero no por ello debemos despreciar su efecto contra el viento, que aun así, no deja de resultar interesante.
Echaremos los hombros y cabeza hacia el lado del que sopla el viento, pero sin necesidad de descolgarnos, manteniendo el trasero centrado sobre el asiento; al mismo tiempo, nos agacharemos buscando en la medida de lo posible el abrigo del carenado, del depósito o incluso el de los relojes de la moto, si carece de cualquier protección aerodinámica.

3ª.- Insistiendo en la idea de mantener esa resultante, nuestra trayectoria sobre el asfalto, contamos con otro recurso que sí tiene, en el caso de las Harleys, una repercusión muy efectiva. Me estoy refiriendo a la masa de la moto.
¿Cómo se puede aprovechar de forma activa el peso de esa preciosidad sobre la que vais subidos para contrarrestar la fuerza del viento?
Pues dejando caer levemente la moto sobre él. Sé que puede leerse como algo un tanto absurdo o incluso descabellado cuando estamos frente a este texto y no nos estamos imaginando la terrible fuerza con la que muchas veces nos sacude el viento. Se trata, para entenderlo un poco mejor, de acostar la moto sobre el viento.
¿Y cómo conseguís que el peso de vuestra Harley, cómo acuestas la moto sobre ese viento que trata de sacarnos a la cuneta?
Volvemos a aplicar el mismo recurso que para iniciar la inclinada de una curva:
El Contramanillar.
Si el viento sopla por nuestra derecha, iremos contrarrestándolo girando gradualmente, tanteando en la medida que necesitemos, el manillar hacia la izquierda; de esa forma, la moto se dejará caer, se acostará por la derecha sobre el viento. Repetimos:
Giramos el manillar hacia la izquierda para que la moto se incline sobre la derecha, por donde entra el viento. Girando hacia la izquierda, la moto se acuesta sobre la derecha.

4ª.- Bien. Parece que con esas tres medidas habremos contrarrestado en buena parte, o casi en su totalidad, esa fuerza del viento que trata de variar nuestra trayectoria. Con esos tres recursos parece que la resultante de la que hablábamos mantendrá la moto dentro de la carretera; sin embargo existe un efecto más, hay algo más en forma de un desagradable escalofrío que todo el que ha sufrido la fuerte sacudida del viento yendo sobre una moto recordará y sin duda sabrá muy bien de qué estoy hablando.
Habrá algunos momentos de rachas fuertes, muy fuertes, en los que experimentaremos una preocupante sensación de vacío bajo nuestros pies, como si el viento nos fuese a arrebatar la moto levantándola desde el suelo, como si nos fuera a llevar volando (sé que esto, en una Ultra Classic, por ejemplo, es mucho más complicado que ocurra, pero, tratándose del viento, nunca hay que relajarse). No debemos asustarnos porque ese sería el primer paso para entregarse al enemigo, pero sí debemos poner toda nuestra atención en ese momento porque es cuando el viento nos está azotando con mayor furia.
Sin embargo, esa concentración no es suficiente, no basta con eso y necesitamos un esfuerzo físico adicional. ¿Qué podemos hacer además de poner mucha atención y de tensar todos nuestros músculos?
Haremos fuerza con el pie contrario del lado del que sopla el viento, pisaremos la estribera o la plataforma y apretaremos la rodilla contra el depósito. Si el viento entra por la derecha, pisaremos con fuerza la estribera izquierda y meteremos la rodilla del mismo lado contra el depósito.
PUNTUALIZACIÓN MUY IMPORANTE: Este cuarto recurso sólo lo entenderán y lo podrán aplicar aquellos que hayan tenido alguna vez la sensación de que, aun manteniendo la trayectoria dentro de la carretera, el viento nos coge por debajo como una mano gigante para levantarnos en volandas, nunca mejor dicho. Hablamos, evidentemente, de vientos racheados muy violentos, con velocidades -del viento- sin duda por encima de los 50 km/hora.


Aparte de estas medidas, hablemos ahora de dos elementos muy frecuentes en las Harleys que condicionan especialmente su conducción en un día de viento. Se trata de dos elementos que en ningún caso se me ocurriría sugerir su desmontaje o sustitución, nunca, pero sí pienso que es muy importante señalarlos para que el que conduzca una Harley con ellos montados los tenga muy presentes en un día de viento.
Uno son las llantas lenticulares y otro las pantallas transparentes o parabrisas, como he escuchado a algunos nombrarlas.

En el primera caso, la rueda trasera tiene una trascendencia secundaria: Primero porque su colocación en el chasis. La frecuente presencia de alforjas y maletas e incluso la pierna del pasajero la coloca al abrigo en buena parte del viento. Segundo porque la fuerza de Eolo, en este caso, sólo la ejercería sobre la tracción de la moto.
Muy diferente es el caso de la delantera. Una llanta lenticular compacta más expuesta y avanzada por la inclinación de la mayoría de las horquillas y una rueda, además, que no olvidemos tiene la responsabilidad de guiar todo el conjunto. El viento en esta llanta estaría haciendo fuerza directamente sobre el gobierno de nuestra moto.

En el caso de las pantallas, dejamos al margen su papel protector y nos fijaremos tan sólo en la figura que componen expuestas al viento:
La de una auténtica vela anclada al manillar, de nuevo el viento forzando la dirección de la moto.

Insisto, subrayamos estos dos elementos tan sólo para que sus propietarios los tengan en cuenta al cruzar esas zonas especialmente ventosas. España entera constituye un auténtico catálogo de ellas: Los Monegros, el Perelló, La Muela, el esquinazo de Galicia, por no nombrar Tarifa o Lanzarote.

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Moriwoki, gracias tío, eres como una enciclopedia y además bien escrita.

Sin embargo no entiendo el punto 4. Dices que en caso de mucho viento conviene pisar la estribera contraria a la entrada del viento. Esto es la izda, si el viento entra por tu derecha, no será al revés???
 
Moriwoki, gracias tío, eres como una enciclopedia y además bien escrita.

Sin embargo no entiendo el punto 4. Dices que en caso de mucho viento conviene pisar la estribera contraria a la entrada del viento. Esto es la izda, si el viento entra por tu derecha, no será al revés???

Hola, Classic.

Entiendo tu duda, quiero decir que entiendo muy bien que se produzca. Es muy difícil describir ese efecto en un texto, sin ni siquiera contar con las manos para gesticular y señalar la incidencia del viento en las partes más bajas de las ruedas.
He ampliado ligeramente el texto para evitar en lo posible esa duda, aunque sé que es difícil.
La cuestión es que, una vez que con la tracción, el cuerpo y el contramanillar, hemos conseguido mantener la moto dentro de la carretera, hay vientos racheados tan fuertes que continúa haciendo presión en la parte baja, casi a ras de suelo, produciéndonos esa sensación de vértigo, precisamente porque estamos acostando la moto sobre el viento. Si pisáramos la estribera del mismo lado -en este caso la derecha- únicamente estaríamos apoyando el efecto del contramanillar, aunque no de la misma manera. Si no hiciéramos presión en la estribera de fuera, el viento intentaría (hay que dotarle de personalidad para entenderlo mejor) voltear la moto haciéndola caer a la derecha.
Dime, por favor, si ahora está más claro. No podré hacer mucho más, porque tendrás que ser tú mismo en un día con ese fuerte viento racheado el que sienta cómo la moto queda bien amarrada, más sujeta, pisando la estribera contraria (Creo que es sotavento) al lado por el que entra el viento.
En cualquier caso, con los 330 kilos por los que debe andar tu moto, tiene que ser un viento realmente furioso el que provoque en ti esa sensación.
Seguramente no te haya tocado.

Un saludo.
 
Como bien dices no creo que me he enfrentado a un viento tan fuerte como para necesitar pisar la estribera contraria al viento, pero creo haber entendido la explicación.
Birras mil
 
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