51%SonofaBitch
FH SUPPORTER
El inventor de la Harley-Davidson, Arthur Davidson, murió y fue al cielo.
Al llegar a las puertas del cielo, San Pedro le dice:
- Hijo mío, como fuiste un buen hombre y tus motos cambiaron el mundo, tu premio es poder encontrarte con quien tú desees.
Arthur pensó un poco y después dijo:
- Quiero encontrarme con Dios.
San Pedro llevó a Arthur hasta la sala del trono y lo presentó ante Dios.
Dios reconoció a Arthur y le dijo:
- Entonces, ¿fuiste tú quién inventó la Harley-Davidson?
Arthur respondió:
- Sí, fui yo.
Dios comentó:
- No fue una buena invención…
- Es un vehículo inestable, ruidoso y contaminante. De mantenimiento complicado, alto consumo…
Arthur, molesto con los comentarios de Dios, replicó:
- Discúlpeme pero, ¿no fue el Señor que inventó a la mujer?
- Si, fui yo. – respondió Dios.
Arthur respondió:
- Bien, aquí entre nosotros, de profesional a profesional, su invención no fue nada feliz.
- La suspensión delantera es muy inconsistente.
- Es muy ruidosa y habladora en altas velocidades.
- En la mayoría de los casos, la suspensión trasera está floja y vibra de más.
- El área de entretenimiento está localizada demasiado cerca de la de escape.
- Y los costos de mantenimiento son exorbitantes.
Dios meditó y respondió:
- Sí, es verdad, mi invento tiene defectos. Pero de acuerdo con los datos de que dispongo, hay muchos más hombres montados en mi invento que en el tuyo…
Al llegar a las puertas del cielo, San Pedro le dice:
- Hijo mío, como fuiste un buen hombre y tus motos cambiaron el mundo, tu premio es poder encontrarte con quien tú desees.
Arthur pensó un poco y después dijo:
- Quiero encontrarme con Dios.
San Pedro llevó a Arthur hasta la sala del trono y lo presentó ante Dios.
Dios reconoció a Arthur y le dijo:
- Entonces, ¿fuiste tú quién inventó la Harley-Davidson?
Arthur respondió:
- Sí, fui yo.
Dios comentó:
- No fue una buena invención…
- Es un vehículo inestable, ruidoso y contaminante. De mantenimiento complicado, alto consumo…
Arthur, molesto con los comentarios de Dios, replicó:
- Discúlpeme pero, ¿no fue el Señor que inventó a la mujer?
- Si, fui yo. – respondió Dios.
Arthur respondió:
- Bien, aquí entre nosotros, de profesional a profesional, su invención no fue nada feliz.
- La suspensión delantera es muy inconsistente.
- Es muy ruidosa y habladora en altas velocidades.
- En la mayoría de los casos, la suspensión trasera está floja y vibra de más.
- El área de entretenimiento está localizada demasiado cerca de la de escape.
- Y los costos de mantenimiento son exorbitantes.
Dios meditó y respondió:
- Sí, es verdad, mi invento tiene defectos. Pero de acuerdo con los datos de que dispongo, hay muchos más hombres montados en mi invento que en el tuyo…