Mi viaje en moto por España

waiting4thesun

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Bueno pues he vuelto hace unos pocos días de mi primer viaje en moto y en solitario por distintas provincias de España, en total 2950 kilómetros sobre el hierro en 9 jornadas de viaje, pasando por diferentes CA, y concluyendo en definitiva en una experiencia genial. La cosa es que siempre que he salido de ruta se me hacen cortas, me quedo con más ganas de kilómetros, de seguir montado sobre la moto y de seguir viendo sitios, y ahora contando con más tiempo me he permitido este viajecillo.
La premisa era muy simple: no planificar ninguna ruta, ir por donde quisiera cuando quisiera, y claro evitar autovías y “aglomeraciones” (apenas he hecho recorrido por autovía, casi todo por nacionales y comarcales y autonómicas y eso).
La moto es una HD Iron del 2010, salió del viaje con 42264 kilómetros y como ya he dicho volvió con 2950 más. Limitada para el A2, lo único que tiene cambiado son unas colas S&S, los espejos invertidos al estilo de la 48, unas estriberas porque las de serie se me hacían muy cortas, y unos reposapiés delanteros (son como unas estriberas que van en el mismo lugar donde van en el caso de los mandos avanzados, sólo que mantengo los intermedios que vienen de serie, así que puedes estirar las piernas y adoptar otra postura en carreteras de velocidad constante en la que mantienes velocidad “de crucero”; más posibilidades de postura=más comodidad=menos cansancio). El viaje lo he hecho con la AMORTIGUACIÓN DE SERIE y el ASIENTO DE SERIE (bueno, el asiento más el taco para poder llevar alforjas).

A pesar de esto no he notado ninguna molestia física reseñable en los 9 días de viaje, con una media de 300 kilómetros cada día, más allá de un poco de tirantez en los codos y algo de dolor en las muñecas, pero nada que una buena noche de descanso no me quitara para estar nuevo al día siguiente. Ni dolor de espalda, ni de cuello, ni nada… he notado la sportster sorprendentemente cómoda.
Hay que saber controlar el cansancio eso sí, cuando llevas muchos kilómetros e cuerpo dice “para” pero la mente responde “sigue”, y es muy fácil ignorar a la primera y obedecer a la segunda porque realmente quieres seguir encima de la moto, oyendo el trote del motor, sus recuperaciones y cambios de marchas, seguir viendo cambios en el paisaje, los cuellos girándose de los ocupantes de las latas que te pasan en sentido contrario, el oscurecer progresivo del cielo… pero cuando el cuerpo te da unas cuantas señales hay que hacerle caso aunque la mente te diga lo contrario; si pierdes efectividad y capacidad de respuesta puedes verte en una situación complicada.

El equipo unas alforjas a los lados normales, de las de toda la vida, una mochila sobre el depósito que se acopla al mismo con cuatro imanes y además con dos tiras –arneses (por si no te quedas seguro, pero os digo yo que con los imanes no hay cojones a que se mueva la mochila), y además una mochila del decathlon de 30 litros a la espalda. La máxima cantidad de peso debe ir, en efecto, sobre la mochila que va sobre el depósito. Nunca había usado una de estas y la verdad es que son cojonudas; los imanes NO rayan ni dañan el depósito en absoluto y por su posición apenas se ve afectado el centro de gravedad de la moto, así que con diferencia es la mejor opción para llevar las cosas más pesadas. En la mochila de la espalda hay que llevar lo menos posible, o mejor dicho, lo que menos pese, puesto que mucho peso e la espalda al final se acabaría notando. En las alforjas laterales todo lo demás, evidentemente buscando un equilibrio de peso entre ambas. Mi idea fue llevar sólo lo necesario.
Además de eso, un casco tipo jet abierto (me habría llevado también una pantalla, pero se me cayó y se rompió), gafas de sol (dos, una para llevarlas puestas y otras de repuesto por si las otras se pierden, grandes y que se “peguen” a la cara para evitar la entrada de aire y mierda en los ojos), unas gafas transparentes para conducir de noche o en horas de poca luz (de crista mejor que de plástico, aunque las mías son de plástico), dos tipos de guantes, unos de media temporada y otros de verano, que dejan los dedos al descubierto cubriendo sólo lo que es la mano, estos últimos los que más he usado dadas las altas temperaturas que ha habido en mi camino. Estos guantes te hacen callos en las manos al operar con embrague y freno y al aguantar los puños, pero al segundo día la piel ya se te ha curtido y no te vuelven a salir ni a molestar. Por último chaqueta de cuero y chaqueta tipo sudadera más fresca, vendría a hacer las veces de una chaqueta de cordura típica de verano pero ofrece menos protección. Es la que he llevado todo el viaje, con el calor que hacía habría sido imposible ponerse la de cuero, pero había que llevarla por si acaso. Una braga para el cuello y parte inferior del rostro también, pero no he tenido necesidad de sacarla de la mochila. Y bueno luego las mudas que cada uno considere necesarias, ahí ya no entro.



Otros accesorios dignos de mención: un kit para reparar pinchazos, bridas y tijeras, en caso de que hubiera que sustituir las de las alforjas o poner algunas más, dos tipos de destornilladores… y crema solar. Es imprescindible si llevas casco abierto en esta época del año y haces muchos kilómetros o también si te remangas la chaqueta o decides quitártela. IMPRESCINDIBLE. Cogí también tapones de los oídos en caso de que el retumbar del motor terminara por provocarme dolor de cabeza; no fue el caso, el sonido de la Harley terminó siendo el mejor compañero de la carretera.
Un fallo mío fue no llevarme una llave de repuesto para el tapón del depósito. Nunca se sabe cuando se te puede perder o caer una llave, aunque la lleves en el mismo llavero donde llevas las de la moto, como manda la lógica, pero si por algo se te cae o se te pierde y sólo llevas un juego te quedas sin poder abrir el depósito, y entonces fin del viaje.
Por supuesto una revisión general de la moto antes de salir, pastillas de freno, presión ruedas, niveles de aceite… le había hecho la revisión reglamentaria a los pocos kilómetros antes de salir.



De la moto poco qué decir… Ha rendido A LA PERFECCIÓN. El viaje me ha servido no sólo para disfrutar como un enano con la moto sino para coger mucha más soltura con ella (la tengo desde hace menos de un año, aún soy un rookie). Realmente puedo decir que la he disfrutado. Si antes me encantaba mi moto, ahora puedo decir que me he enamorado. Supongo que es una respuesta normal cuando un artilugio te responde mejor de lo que esperabas y te lleva a donde le pidas. Cuando me despertaba por las mañanas no tenía otras ganas que desayunar relativamente rápido para volver a arrancar el motor y pasearme sobre ella por pueblos y carreteras, apreciando cada vez con mejor atención cómo se produce ese cambio en el sonido de la moto desde que está fría y recién arrancada, a cuando ha recorrido unos cuantos kilómetros, adoptando un crepitar más rítmico, más seco y mecánico y menos “eléctrico” o artificial; adoptando el que es SU sonido en definitiva, cuando la moto ya está lista y parece que te dice “vale, ahora es cuando empezamos jugar”.

Me he metido por todo tipo de caminos y carreteras con ella… parte de la “filosofía” de mi forma de viajar en moto, lo que he puesto al inicio de no planificar, implica con frecuencia seguir más a la inspiración que a la razón y meterse en desvíos o carreteras sólo por un “chispazo” en el cerebro, por un breve destello que te anima a inclinar ligeramente el cuerpo y girar en dirección a un pequeño letrero casi siempre semi-oxidado y de letras negras y fondo blanco que ni siquiera sabes si has leído, pero que estás seguro supone una desviación del “camino general”, que te va a llevar a ir por donde poca gente va, a un camino olvidado que ya nadie usa porque las nuevas carreteras conectan más rápida y cómodamente los diferentes lugares, a “escapar un poquito de la civilización”, seguramente a pasar un buen rato sin cruzarte con absolutamente nadie, y dar con lugares donde sólo un camino de asfalto (y a veces ni eso!) parecen irrumpir en medio de la naturaleza, animándote a parar la moto en el lado de la carretera, cuando te apetezca, y sentarte a descansar rodeado de árboles, plantas, bichos y paz aparente. Luego sigues durante unos kilómetros y pareces no llegar a ningún sitio, hasta que como de la nada aparecen ante ti pueblos de 10 o 12 casas donde sólo ves a 3 o 4 personas por la calle, todos gente mayor porque los jóvenes no tienen nada que hacer ahí, y todos trabajan la tierra o vigilan a sus vacas, toros o cabras mientras pastan. Y cuando hablas con alguna de estas personas o ellas te hablan son amables y cordiales sólo porque sí, cosa poco frecuenta en las ciudades. Parece no importarles en absoluto quien es el desgraciao éste de la moto ruidosa que se ha perdido y ha acabado aquí.
En estos pueblos con frecuencia hay fuentes que dan un agua infinitamente mejor que cualquiera de las que puedas comprar en el supermercado, y su visión y la posibilidad de refrescarte y llenar la cantimplora con ese cristalino y gélido líquido actúa casi como una fuerza mental que te obliga a dirigirte hacia ellas como un autómata. Después de refrescarte y beber, vuelves a la moto y la situación se repite; kilómetros de naturaleza, soledad, y pueblos que a excepción de algún coche aparcado y maquinaría agrícola parecen estampas de hace 100 años. Estás perdido, no tienes ni idea de donde estás, y te da absolutamente igual. Ésa es para mi una de las mejores sensaciones que vienen con montar en moto.

...... CONTINÚO EN EL POST SIGUIENTE QUE EL FORO NO ME DEJA METER TANTA PARRAFADA :partiendose_de_risa
 
.... CONTINÚA.....

Pero bueno, lo que decía, que he pisado todo tipo de carreteras, lisas y cómodas rectas interminables muy estilo Ruta 66, otras con curvas sinuosas y acusadas, puertos de montaña que acompañan un precioso paisaje con divertidas curvas, caminos que sólo muy generosamente podrían decirse que estaban asfaltados, pues parecían haber sido bombardeados a conciencia a merced de la cantidad de baches, desniveles y socavones que las pueblan, y otros directamente caminos de tierra, sin asfalto ni señales, donde no se puede ir a más de 20 y el culo se caga en tu puta madre con cada bache y cada piedra del camino, “caminos de cabras”… literalmente. Un par de veces me he encontrado de frente con pastores con su rebaño de ovejas y sus perros; se para la moto para no asustar a los animales, se apoya en el caballete y se ve pasar tranquilamente esa anacrónica procesión saludando al señor pastor.
Como decía, en todo tipo de caminos, incluso en algunos en los que una versión más coherente de mi mismo no habría entrado con una moto, ha respondido DE PUTA MADRE. Y la sensación constante, yendo por cualquier tipo de vía o camino, era la de llevar una máquina con una fiabilidad acojonante, como nunca había sentido llevando cualquier trasto. En ese sentido mi sensación sobre mi Iron y sobre las sportsters en general ha cambiado mucho. Creo que el hecho de que sean las más baratas y por ello sean consideradas la “puerta de entrada” al mundo Harley es sólo una casualidad, una casualidad que coincide con su austeridad en comparación con el resto de familias de la gama; en realidad, en esa austeridad está su virtud y su distinción. Una Dyna puede ser un sustituto de una sportster, pero no tiene por qué ser la evolución lógica y natural. Una sportster tiene muchas virtudes que no tiene una dyna, softail, etc… y al contrario también, claro, pero esas virtudes justifican enteramente su existencia y las distinguen de ser algo más que “la puerta de entrada”, por donde se empieza. Creo que todos estamos de acuerdo si decimos que parte de la gracia de las HD está precisamente en sus defectos, o en lo que otros ven como defectos y nosotros como “peculiaridades”; pues bien, precisamente esta paradójica premisa existe y se potencia si hablamos de la “personalidad” de las sportster.

Bueno, empiezo ya describiendo cada jornada. Decir que no todos los sitios por donde pasé están descritos, algunos porque no recuerdo sus nombres, y algunos porque como ya he dicho simplemente acababa en un lugar y ni sabía cómo había llegado o donde estaba, así que están puestos los lugares más “generales” y aquellos que pude apuntar o recordar.

-Jornada 1: 333,7 km.
Salida desde Murcia y desde ya empezando con buenos hábitos xD decido salir por la nacional que todo buen murciano motero conocerá que atraviesa por Mula, Bullas, Cehegín, Yéchar, Caravaca… pasado Caravaca parada para comer en la brasería que hay justo antes de llegar a la Puebla de Don Fabrique, el olor a carne a la brasa se huele desde la carretera y es imposible no pararse a poco que uno tenga algo de hambre; si no la tienes ese olor te abre el estómago. Después de comer continúo por la A-330 hasta Huéscar, Cullar de Baza, Castril (me meto por la sierra de Castril y me siento durante unos 15 o 20 minutos debajo de un pino, escuchando un arroyo adyacente), Cuevas del Campo, y noche en Freila, ya provincia de Granada. Antes de ir al hotel que he visto desde la carretera decido que no estoy demasiado cansado y me acerco al Embalse de Negratín que está a escasos 10 kilómetros de mi hotel. Un paisaje estupendo desde luego. Necesario pararse a mirar la tranquilidad y olvidarse del ruido del mundo durante unos minutos. No hay prisas, no hay tiempo. La excelente comida de la zona ayuda a conformar un muy buen primer día de viaje.

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Jornada 2: 392,5 km
Desde Freila donde pasé noche hasta Baza, Guadix (pueblecito precioso que no conocía y que me sorprendió gratamente) y, a pesar de mis intentos por evitar la autovía, termino en ella para acercarme a Granada. Desde la autovía puede ver todavía algo de nieve en Sierra Nevada, lo que siempre es bonito. Desde ahí y ya en carretera nacional decido subir por el norte (dirección Córdoba) hasta desviarme por una de esas carreteras perdidas y muy muy divertidas que me lleva a pueblos como Algarinejo, Priego de Córdoba, Carcabuey y Cabra, pueblos atípicos donde se ve poca gente por la calle dados los 40 grados que fácilmente se superan estos días. En fin son pueblos muy curiosos y familiares a los que se accede por carreteras con curvas cerradas rodeadas por desfiladeros que exigen una especial atención; muy buenas para desentumecerse los músculos. La carretera que seguí, según mi plano, es la GR-3410, pero dicho plano es del año pasado y puede que haya cambiado la nomenclatura hasta ahora. En cualquier caso merece la pena coger esa ruta para subir al norte desde Granada. Desde allí pasé cerca de Lucena para acceder y pasar noche finalmente en Antequera, ciudad donde ya había estado pero que me encanta cada vez que la piso. Ya bajado de la moto, la noche y su agradable frescor en comparación con el asfixiante día hacen imprescindibles un paseo por sus calles.
Vista desde fuera, esta jornada parece un sin-sentido puesto que se sube para luego bajar, en realidad es un buen ejemplo de cómo funciona lo de ir sin plan ni ruta, acabas trazando trayectorias extrañas, pero siempre satisfactorias y en ocasiones sorprendentes.
En las imágenes se ve Guadix y una presa que, la verdad, no recuerdo exactamente donde estaba… La otra es de uno de los caminos de cabras por donde me metí. No se aprecian bien los desniveles y socavones, os aseguro que parecía una pista de cross xD

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Jornada 3: 258 kilómetros.
No puedo evitar darme una vuelta más por Antequera, esta vez a lomos de la Harley. Salida desde Antequera, paso por Campillos, me pierdo voluntariamente por esa zona y accedo agradecidamente a dar una vuelta por la Sierra de Yeguas, lo que me lleva a la Laguna de Fuente de Piedra, donde me paro para echar un ojo a los bichos y ver el paisaje. En fin, sigo pasando por Martín de Jara, Aguadulce, Estepa, Puente Genil, Badolatosa, la Roda de Andalucia,… Al final llego a Córdoba, que rebosa calor. Desde ahí, por carretera autonómica, Alcolea, El Carpio, Bujalance, en Pedro Abad mi camino se detiene durante unos cinco minutos para que el tren que atraviesa la ciudad cruce cumpliendo su prioridad. Me encanta la sensación de estar justo delante de la barrera del tren y escuchar como se acerca, hasta que pasa con una brutalidad irrefrenable. Cuando estás sentado sobre la moto da todavía más sensación de debilidad que cuando estás dentro del coche. Finalmente veo un hostal donde pasar la noche a orillas de la carretera, cerca de Montoro.

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Los girasoles mirando a la morena :partiendose_de_risa

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La Laguna que os comentaba
 
-Jornada 4: 347, 3 km.
Salida desde Montoro, tiro por la A-422 subiendo por Cardeña, Pozoblanco, Villanueva del Duque, Belalcázar, Cabeza de Buey, Puebla de Alcocer, Castuera, Campanario, Orellana la Vieja, Orellanade la Sierra, Navalvillar de Pela y por último hago noche en la bellísima Guadalupe, otro pueblo que no conocía y que me encantó. Otro lugar que invita a un paseo nocturno. En esta jornada me viene de paso el Embalse de Serena, que os enseño en fotos. El calor en esta y la siguiente jornada resultan asfixiantes. Eso sí, quiero decir que la entrada a Extremadura desde la A-422, a la altura más o menos de Cabeza de Buey, es IMPRESIONANTE, una de las carreteras más bonitas que he visto, una sensación que se ve acompañada por el cambio de paisaje y la vastedad de los montes que te rodean… en fin, una pasada difícilmente descriptible.

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-Jornada 5: 322,8 km.
Salgo de Guadalupe y me dirijo al norte pasando por Navalmoral de la Mata, Yuste, Jaraiz de la Vera y acabo en Plasencia, por la que me doy una vuelta bajándome sólo en un par de ocasiones de la moto porque los 40 y pico grados hacen complicado dedicarle a esta hermosa ciudad la atención que sin duda se merece. Pero estaba equivocado al pensar que aquello era calor. La “inspiración” me lleva en dirección noroeste, muy cerca de Portugal; Carcaboso, Montehermoso, Pozuelo de Zarzón, Villanueva de la Sierra, Perales del Puerto… esta zona me permite conocer de primera mano lo que es el calor de Extremadura. Me atrevo a decir que nunca he sentido un calor similar, como fuego cayendo, como estar dentro de un horno. Da igual que fueras en manga corta en la moto, o que intentases ir más rápido de lo normal para sentir más el aire… casi era peor porque ese aire era asfixiante. Este lugar está rodeado por vastísimas extensiones de terreno, muchas de ellas secarral y paisajes desérticos que no pueden evitar recordarme a las inmensas llanuras de las películas del oeste. Eso hace el sufrimiento y el riesgo de sofoco más teatral y tolerable.
Las ciudades y los pueblos los encuentro vacíos, obviamente dadas las altas temperaturas. La única conversación que obtengo en estos lugares es en las gasolineras, con los dependientes.
Finalmente aparece ante mi, como un refugio, Ciudad Rodrigo, un lugar en el que he estado con frecuencia y que me parece, sin exagerar, uno de los pueblos más bonitos de toda Europa (y así lo defienden sus orgullosos habitantes). Es pecado estar a… no se, menos de 200 kilómetros de Ciudad Rodrigo, y no acercarse a verla. Eso sí, para mi el día ya ha terminado, ya no puedo más, el calor me ha dejado extasiado, y decido que mañana me levantaré algo más temprano para pasear un poquito Ciudad Rodrigo. Como se que es una ciudad eminentemente turística, opto por buscar alojamiento a escasos kilómetros del pueblo (a unos 5 km) para reducir gastos innecesarios.
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Cualquier sombra es buen refugio.....
 
Jornada 6: 252, 2 km.
Me paseo por Ciudad Rodrigo en moto y a pata. Es una ciudad para perderte, cada rincón del casco histórico es una pasada, y a poco que a uno le guste la historia es capaz de empezar a imaginar la vida ahí en el siglo XII, en esas mismas calles que ahora pisas. Un señor mayor que me ve admirar su muralla se me acerca y amablemente me cuenta varias curiosidades de su arquitectura y de sus calles, de si simbología oculta, cosas que si no te las cuenta alguien del lugar no podrías saber, y lo hace henchido de un comprensible orgullo por nacer y vivir en ese hermoso pueblo.
Al volver a coger la moto y pasar (de casualidad) por el hotel en el que me hospedé la primera vez que estuve aquí, hace años, veo aparcada en la puerta una Triumph scrambler que obliga a mi cuello a girarse hasta el límite y a mi conciencia a repetir una conveniente frase fruto de la razón: “con una moto es suficiente, con una moto es suficiente, con una moto es suficiente”. Salgo de Ciudad Rodrigo, pensando en dirigirme a Alberca y a la Sierra del Guindo por la SA-220, pasando por Moras Verdes. Pero uno de esos señales oxidados de letras negras, fondo blanco y prometedor comienzo me desvía, para terminar llevándome al mismo destino, pero en esta ocasión por una de las carreteras más bonitas y llenas de naturaleza por las que he pasado.
Esas carreteras, como digo, me llevan a Alberca y al puerto de montaña de Peña de Francia (Sequeros, Miranda de Castañar…)… puerto de montaña PERFECTO para cualquier motero que se precie. Un puerto de montaña donde se puede ir a una velocidad maja (80-100 según las capacidades), con curvas cojonudas, buen asfalto, buena señalización, y un paisaje inmejorable. Realmente creo que es la carretera que más he disfrutado nunca. El camino evidentemente fue un no parar de saludar a moteros, algunos de ellos harleys, no la mayoría desde luego. Hago noche en Béjar, todavía emocionado por los paisajes que acabo de ver y las carreteras que acabo de recorrer.

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Ciudad Rodrigo en todo su esplendor, a continuación las carreteras de las que os hablaba

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Una de esas fuentes que cuando las ves parecen las puertas del Cielo
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Jornada 7: 335,4 km

Una vuelta en moto por Béjar, paro en Becedas por inspiración y una mezcla de curiosidad y la recompensa es un pueblo precioso con una calzada romana espectacular, sigo por la AV-941 pasando por Navacepeda de Tormes, Navarredonda de Gredos, Puerto del Pozo, Cuevas del Valle (Sierra de Gredos), Velada y llego a Talavera de la Reina. Me cuesta un poco encontrar el camino desde ahí a Toledo por carretera autonómica y no por autovía, pero finalmente lo consigo y hago noche en la capital de provincia. Paseo a pata obviamente por la noche, más breve de lo que desearía porque se empiezan a notar los días en forma de cansancio. Muchísima Harley por Toledo, el rugido de los motores le sienta muy bien a la que es una ciudades más bonitas de España.

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Jornada 8: 351,4 km
Paseillo en moto por Toledo, tiro a Daimiel, el pueblo y el parque. Visita corta porque “la calóh” complica las cosas. Sigo hasta Ciudad Real, en algún momento me meto en algún camino de cabras en las que… ellas tienen prioridad evidentemente. Bajo por la CM-411, Almuradiel, Santa Elena, y hago noche en Rus porque, a pesar de estar cerca de casa, prefiero hacer el último día de camino tranquilo y por carreteras bonitas en lugar de a toda hostia y por autovía para llegar. Además, estoy cansado, y quiero disfrutar un poco más de “la vida de carretera”.

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Jornada 9: 346, 5 km

No hay fotos por aquí pues todos eran lugares conocidos para mi dada la proximidad geográfica a “mi zona”… Salí desde Rus, Úbeda, y no puedo evitar desviarme un poco del camino para pasar por Jódar viendo la sierra y todo su verde. Un último vistazo a Andalucía. A la altura de Huelma doy la vuelta por puro sentido común (el cansancio, y eso que apenas había empezado el día) y me dirijo ya con decisión a Murcia por Villacarrillo, La Puerta de Segura, Siles, Molinicos, llegado a Elche de la Sierra me desvío hacia Sócovos, Calasparra, Cieza, y de ahí unos 35 kilómetros de autovía hasta Murcia.
Bueno, una foto de la contabilización total de kilómetros. Aunque me da que el cuenta de la Harley es tan de fiar como la compañía que lo hace, pero bueno… por ahí tiene que andar los kilómetros recorridos.
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Bueno, al final esto ha quedado mucho más largo de lo que yo pretendía. No era la intención inicial contarlo desde un punto tan “personal” pero… así ha salido. Si alguien lo lee y lo aprecia ya será suficiente.

Si tenéis alguna duda sobre alguna cosa o algún aspecto del viaje preguntad que para eso estamos.


PD: Si hay alguien que sea de alguno de los lugares que he nombrado y que considera incorrecta o injusta la información descrita sobre el lugar al que corresponde le pido que lo diga, por dos motivos, el primero para corregirlo y nombrarlo o situarlo adecuadamente, el segundo porque hay que comprender que son varios días sin bajarse de la moto, viendo muchos sitios, y entra dentro de lo normal tener alguna equivocación a la hora de nombrar, describir o situar alguna localización.



FIN
 
Muchas gracias por contarlo, he disfrutado muchísimo leyendo tu aventura!
Enhorabuena!!!!!
 
Pura vida rezuma esta crónica de algo que siempre quise hacer, y por excusas varias, no pude hacer.

Muchas gracias por hacerme sentir, que en parte hacía el viaje, al menos en mi mente.
 
Magnífica crónica, Waiting4thesun, de verdad que ha sido un disfrute leerla. Las selección y calidad de las fotos tambien es destacable. Gracias y... ¡Felicidades! (Porque queda más que claro que estás enamorado... :complice:)
 
Buenos días has pasado a la aventura,tu y tu H-D,mola:complice:
Lo que me ha sorprendido es que siendo de Murcia hagas tanto hincapié en el calor,que por aquí cae sin miedo también:cachondon:
 
Muchas felicidades por ese pedazo viaje y ese pedazo relato, la envidia me corroe ahora mismo, para mi eso es el verdadero espíritu motero, coger la moto y hacer km por el único placer de hacerlos.
También se demuestra que las sportster no son la gama de entrada a la marca, son un modelo con su propia identidad y características
 
Joder estoy sorprendido por las respuestas que ha tenido el hilo y la atención que ha recibido.... con que una sola persona lo medio leyera e hiciera por entenderlo ya me daba por satisfecho, así que esto es mucho más de lo que esperaba. Gracias a todos por leerlo y valorarlo, de verdad.


Muchas gracias por contarlo, he disfrutado muchísimo leyendo tu aventura!
Enhorabuena!!!!!
Gracias a ti compañero, me alegro mucho que te haya gustado, porque ésa era la idea. En realidad esto no es aventura, aventura es irte sólo al amazonas con un brújula y dos pastillas para potabilizar el agua :partiendose_de_risa

Pura vida rezuma esta crónica de algo que siempre quise hacer, y por excusas varias, no pude hacer.

Muchas gracias por hacerme sentir, que en parte hacía el viaje, al menos en mi mente.
Si he conseguido una tercera parte de lo que dices ya estoy más que satisfecho, así que gracias a ti en todo caso.
Todo llega compañero, antes o después ;)

Magnífica crónica, Waiting4thesun, de verdad que ha sido un disfrute leerla. Las selección y calidad de las fotos tambien es destacable. Gracias y... ¡Felicidades! (Porque queda más que claro que estás enamorado... :complice:)
Joder que si lo estoy jajaja. a la sporster la mir con otros ojos después de haber cargado conmigo durante esos paisajes sin una sóla queja. Las fotos son tiradas con el móvil, lo que da de sí.... me alegro que la hayas disfrutado ;)

Gran cronica ,trasmite espiritu y libertad , tú la moto y la carretera ,no hace falta màs,simple y satisfactorio a mas no poder.
Un saludo
En realidad es lo que tú dices, no hace falta más :complice:



Buena crónica y buen viaje. Gracias por compartir.:complice:
Para estamos, ahora que lo pienso lo habría hecho algo más largo peeeeeero duty calls xD

Buenos días has pasado a la aventura,tu y tu H-D,mola:complice:
Lo que me ha sorprendido es que siendo de Murcia hagas tanto hincapié en el calor,que por aquí cae sin miedo también:cachondon:
Hola paisano :cachondon:
Efectivamente yo y mi HD, sin dueños ni amos, sin capitanes ni oficiales, libres como el viento.
El calor que pasé allí no es comparable a nada tío. Has pisado murcia ciudad en agosto a las 4 de la tarde? Pues el calor que pasé en algunas zonas de extremadura es como eso pero todavía más pesado, un calor que te quema literalmente y te aplasta, te deja agotado. El dependiente de una gasolinera que me atendió por allí me dijo que esa zona había salido en las noticias varias veces como el lugar donde se ha alcanzado mayor temperatura de toda españa... cuando les decía que venía de murcia y que pensaba que el calor de allí no se podía superar se reían.

Muchas felicidades por ese pedazo viaje y ese pedazo relato, la envidia me corroe ahora mismo, para mi eso es el verdadero espíritu motero, coger la moto y hacer km por el único placer de hacerlos.
También se demuestra que las sportster no son la gama de entrada a la marca, son un modelo con su propia identidad y características
Así veo yo también el espírituo motero, aunque ya se sabe que este mundillo cada uno lo entiende a su manera y sobre todo lo que prima es el respeto ;) No digo que todas las rutas y viajes tengan que estar sujetos sólo a la interpretación, a veces planificar también está bien y acabas viendo cosas increíbles de cualquier forma y dando con lugares que merece la pena ver.... pero el rollo de improvisar te lleva a sorprenderte, a esa sensación de encontrar un sitio que ni sabías que existía después de haberte perdido, incluso a alegrarte cuando ves algún paisaje monótono porque al fin y al cabo lo has "elegido" tú.
Completamente de acuerdo contigo en lo de las sportster, eso es lo que quería decir cuando he hablado de ellas como gama de la familia HD. Yo antes aspiraba a una dyna y veía en un horizonte lejano una softail. Ahora ya no tanto.

Enhorabuena por el viaje!!! Según leía sentía envidia de la sana!!!
Gracias a ti y a seguir rodando ;)
 
Buenisima cronica, solo me queda una duda no tuviste problema con la autonomia a la hora de repostar? Vamos que si encontraste facil gasolinera.Perdon por los acentos pero lo escribo con una tablet y no soy capaz de encontrarlos.Saludos y birras:complice::complice::complice:
 
Buenisima cronica, solo me queda una duda no tuviste problema con la autonomia a la hora de repostar? Vamos que si encontraste facil gasolinera.Perdon por los acentos pero lo escribo con una tablet y no soy capaz de encontrarlos.Saludos y birras:complice::complice::complice:
Gracias, no que va, ningún problema con la autonomía. Se dieron dos condiciones, la primera era ser previsor y parar a repostar con frecuencia, no esperar a que se encendiera el piloto de reserva (lo cual también viene bien para estirarse y descansar unos minutos), y la segunda es que llevé un ritmo fue muy lento para ir viendo el paisaje tranquiliamente y porque no tenía ninguna prisa, creo que de 100 apenas he pasado en todo el viaje. Para vamos que con el depósito de la iron fácilmente te da para hacer 250 kilómetros yendo a un ritmo tranquilo.

Birras ;)
 
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