Elfos, enanos y meteorólogos

deivitf

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Elfos, enanos y meteorólogos.
50 litros / m2. Esa era la previsión meteorológica. Pero yo ya no creo en los meteorólogos. Primero dejé de creer en los Reyes Magos, luego en el ratoncito Pérez y por último los meteorólogos. No sé cómo he podido estar tan ciego. Son los más fantasiosos e irreales de todos. Según estos extraños seres me cruzaría forzosamente con una borrasca que descargaría enormes cantidades de agua por todo Aragón y Cataluña durante los dos días de la ruta. Todo indicaba que sería una ruta pasada por agua. Pero no había alternativa. Esa era la fecha señalada. Hacía meses que lo había planeado y si me quedaba en casa me iba a arrepentir. Esos días mi hermano estaba en el camping de Boltaña con su mujer e hijas, yo tenía vacaciones y ya llevaba 2 años sin hacer una ruta de más de 2 horas. Mi mujer había accedido a que me diera el gustazo de la ruta. La pobre se había quedado, trabajando y preocupada por si me pasaba algo.

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Preparado para el apocalipsis
La mayor parte del equipaje la había llevado por adelantado mi hermano en su coche. Yo sólo tuve que llevar las bambas y algo de ropa por si me caía la tormenta y me tenía que parar en algún lugar en medio de nada. Como todo buen motorista sabe, ante una ruta pasada por agua hay que tener el cuidado de meter en bolsas de plástico todo el equipaje, la cartera y el móvil.
Como la previsión era tan mala, opté por vestirme como un Mosso d’Esquadra: Casco integral Schuberth, guantes de invierno, cazadora ¾ de cordura 500, pantalón de cordura y botas Alpinestars de Goretex. Con esto ya me puede caer la de Dios, que lo puedo aguantar todo.
La Moto: Una Harley Davidson Nightster 1200cc del 2007. Tiene una pequeña cúpula, mandos intermedios, está bajada de atrás y tiene un manillar Z-bar de 10”. Para mí la postura es muy cómoda. La orquesta corre a cargo de unos Vance & Hines, filtro de alto flujo y remapeo con TTS Mastertune. Pero lo que más llama la atención es la nueva pintura que luce. Diseñado por mí y plasmado de la mano de Pinturas Granollers.
Le coloqué el soporte de GPS para manillar y coloqué el móvil. Conectado con la toma de 12 V y el Sygic cargado con los mapas de España.

Montmeló - Montcortés de Segarra
Eran las 8 de la mañana y ya estaba sobre la moto. El cielo estaba negro, pero no llovía. La primera parte de la ruta la había hecho mil veces. Salir de Montmeló, tomar la AP-7 hasta Martorell. Enlazar con la A2 dirección Lleida y salir en Cervera. Puro trámite. 1 hora de Autopista y Autovía. En ese tramo cayeron 2 gotas. Ni siquiera lo suficiente como para mojar el depósito. Únicamente unas gotitas en la visera del casco.
Una vez sales de la aburrida A2 y tomas la L-303 empiezas a disfrutar del viaje. Se trata de una carretera de curvas rápidas con un asfalto en excepcionales condiciones. Por todos lados podemos ver campo llano. Esta carretera nos llevará hasta Agramunt, pero mi primera parada es en Montcortés de Segarra, junto al Castell de Montcortés. Este era un punto de inflexión. Desde ahí debía decidir si tomar la ruta larga o la corta. Estaba nublado. Muy nublado. Y en mi cabeza resonaban meteorólogos catastrofistas prediciendo lluvias, truenos y centellas. Pero la realidad era que no llovía. Así que decidí tomar la ruta larga.

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Montcortés de Segarra - Tremp
En estos momentos la moto responde mejor que nunca. El motor ha calentado y el aceite se ha esparcido por las tripas de la bestia. Todo esto se nota porque sube mejor de vueltas, las retenciones son progresivas y el cambio de marchas va tan fino como el de una japonesa. Si no fuera por el escándalo de los escapes y la dureza de la suspensión diría que esta no es mi Harley. El piloto también está en la mejor forma de todo el viaje. Llevo suficientes kilometros como para haber encontrado mi posición encima de la moto y aún no ha llegado la fatiga. En este punto es muy divertido descolgarse ligeramente de la moto y dar gas justo cuando estás saliendo de la curva.
Cuando me doy cuenta he llegado a Agramunt, un pueblecito de l’Urgell cuyo motor económico es el cultivo del cereal. Desde allí sigo subiendo rumbo norte.
En Artesa de Segre tuve un pequeño susto. Vi una gasolinera y frené de golpe. La rueda trasera se bloqueó y comenzó a derrapar. La moto empezó a culear y tuve que soltar un poco el freno. Afortunadamente no pasó nada. Hay quien dice que las Harleys no frenan, a esas personas les diría que prueben a instalar unas buenas pinzas y buenas pastillas.
Uno de los regalos que ofrece el viaje en moto es la cercanía con la que el resto de personas se acercan al motorista. El encargado de la gasolinera de Artesa de Segre me explicó que la carretera que me esperaba de Tremp a Puente de Montaña era estrecha pero buena.
La ruta continúa por Benavent e Isona. La carretera es muy buena y dispone de amplios arcenes. Pero lo que me preocupaba eran las nubes. Negras como los cojones de un grillo.
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Tremp - Puente de Montaña
Si hasta Tremp la carretera era ancha y las nubes negras, de aquí a Puente de Montaña es todo lo contrario. Ya no subo hacia el norte, he virado rumbo al oeste, y por aquí luce el sol. Parece que estoy burlando el mal tiempo. Empiezo a pensar que tendré suerte y llegaré seco a Huesca. Esta carretera es la que más respeto me daba cuando diseñé la ruta. Un puerto de montaña estrecho, sin arcén, con miles de curvas, sin linea separadora y con barrancos a los lados. Sin embargo debo admitir que fue en la que mejor me lo pasé. Soy consciente de las limitaciones de la Harley en carreteras de estas características. No puedo tumbar como lo hacen Yamahas o Ducatis, pero en mi favor tengo un par motor importante. Y eso lo aprovecho saliendo catapultado de una curva a la siguiente. Por este tramo prácticamente no circulan coches, pero sí que me crucé con algunas BMW GS.
Paso por la triste población de Claramunt.
En esta carretera es muy importante saber leer el asfalto. Con la experiencia el motociclista va adquiriendo un sexto sentido para adelantarse a los peligros. Aunque parezca que el suelo está totalmente liso la realidad es que hay baches. Los baches suelen tener marcas de otros neumáticos que los hacen visibles. También podemos advertirlos gracias a las pequeñas sombras o reflejos que generan.
Si bien esta carretera la comencé con pies de plomo, al cabo de un rato acelero y disfruto un poco de la velocidad.
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Puente de Montaña - Benabarre
Puente de Montaña es la frontera entre Catalunya y Aragón. Esta es la primera vez que la Nightster pisa territorio no catalán desde que la adquirí en Madrid hace 6 años.
Al circular por Aragón se notan varias diferencias: La carretera es mucho mejor y hay menos radares. La N-230 es una carretera que invita a ir rápido. A mano izquierda tengo campo verde y a mano derecha montaña. Se trata de un escenario precioso. Lo que no es tan bonito ahora es el cielo. Esta zona esta cubierta por una nube negrísima. Durante unos segundos me llegan a caer otra vez unas pocas gotas, pero de nuevo no se trata de ningún chaparrón. Esta ruta se está convirtiendo en un camino de fé. Como dije antes, ya no creo en los meteorólogos, pero se me pasa por la cabeza que si existe Dios, está claro que es motero y no quiere joderme el día. Estoy constantemente esquivando la lluvia.
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d.
 
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Benabarre - Perarrúa
Al poco llego a Benabarre, un bonito pueblo en terreno Aragonés en el que hay gran cantidad de catalanoparlantes. Y de Benabarre continúo rumbo oeste por la N-123 y N-123-A por Torres del obispo y Graus.
En Graus paré de casualidad, para volver a llenar el pequeño depósito de la HD y tuve la grata sorpresa de descubrir un pueblo de ensueño. A la entrada tienen un enorme mural con unas casitas de colores. Pregunté al encargado de la gasolinera por ellas y me indicó cómo llegar. Se trata de la Plaza Mayor. De haber tenido más tiempo me hubiera sentado allí a tomar una cervecita, pero había avisado a mi hermano que llegaría al camping en menos de una hora y no quería hacerles cambiar los planes.
Lamentándolo mucho, dejo esta bonita población y tomo de nuevo la carretera, que discurre paralela al río Ésera. Un río de aguas cristalinas con pequeñas cascadas y que parece ser perfecto para la práctica de Rafting.
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Perarrúa - Boltaña

Voy atento a la carretera, pero es inevitable echar de vez en cuando un ojo a la izquierda. El río ofrece un espectáculo para la vista. Me había prometido no parar más, pero cuando ví el puente romano de Perarrúa incumplí mi propia palabra. Debía tomar una fotografía de la moto encima de ese puente fuera como fuera. Era como un canto de sirenas. Un puente precioso, estrecho, sólo para personas. Corría el riesgo de que la moto se atascara allí y se habría acabado el viaje, pero tenía que hacerlo. La maniobra resultó ser más sencilla de lo que parecía y las fotos quedaron muy bien. En esos momentos pensé en el gran aventurero de la moto Miquel Silvestre, que puede llegar a correr riesgos por tomar una foto o escribir unas líneas.
La carretera continúa hacia el Pont de Suert, pero yo debo tomar a la izquierda en Morillo de Liena hacia La Cabezonada. En estos momentos me alegro de llevar el GPS. Respecto al navegador debo decir que Sygic me dejó tirado unos kilómetros atrás. Un pequeño duende en su interior decidió que la ruta sería más divertida si el Sygic se detenía esporádicamente. Por suerte uno es informático y hombre de recursos y activé Google Maps. Consumiría datos, pero me llevaría a destino a tiempo.
Me encontraba a media hora del camping de Boltaña y después de 5 horas comenzaba a sentirme agotado. Admitámoslo: Quería llegar y tomar una cerveza en buena compañía. Pero una vez más, el paisaje era de película. Tenía que detenerme y admirar aquellas enormes montañas. Pasar por el Eje Pirenaico y no disfrutar del camino sería un sacrilegio.
Al poco llegué a Aínsa y de ahí a Boltaña es un suspiro.
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Boltaña y Aínsa

Por si a alguien le interesa visitarlo, comentaré que el camping está en un lugar precioso. Dispone de Bungalows y tienen un grupo de animadores que realizan actividades muy variadas para niños y mayores.
Y en ese ambiente de full relax pasé la tarde del primer día y la mañana del segundo. De cervecillas con mi hermano y mi cuñada y jugando con mis sobrinillas. También visitamos el castillo y el casco viejo de Aínsa.
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Vuelta: Boltaña - Benabarre

Para la vuelta tenía planeado volver atajando un poco. Pero tampoco quería morir de aburrimiento por la nueva autovía Huesca - Lleida. De modo que lo que hice fue sustituir el tramo de Cervera a Benabarre. En lugar de ir por Tremp fui por Balaguer, que es más rápido.
Por lo tanto la vuelta a Benabarre fue retroceder los pasos del día anterior.
A la vuelta me percaté que Graus tiene un puente romano más grande que el de Perarrúa. Y como no podía ser de otro modo, también lo crucé con la Harley.
Al llegar a Benabarre casi mato un gato. Y casi me mata él a mí. Saliendo de una curva me percaté que algo se movía a lo lejos. Un animalito que cruzaba la carretera con total seguridad de que los vehículos se detendrian por él. Como siempre que veo un obstáculo fui aminorando la velocidad y finalmente me detuve por completo ante él, que continuaba paseando ajeno a todo. Tan lento se desplazaba el gatito que me dio tiempo de sacar la cámara y tomarle una foto cuando aún estaba cerca. Pobret mishu. En estas ocasiones siempre me recuerdo las sabias palabras de un amigo motero: -”Si en una curva tienes la mala suerte de encontrarte un erizo, os vais a la mierda el erizo y tu”.
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Benabarre - Tàrrega

Este tramo de Aragón hasta Alfarràs ya es más “tipical Zaragozan”. No llega a ser tan seco como los Monegros, pero casi. El calor se empieza a notar. Casi no hay vegetación. Montañitas bajas de piedra con arbustos secos son tu única compañía. Y así, por este desierto atravieso Baélls, Castillonroy y la “frontera”. La bienvenida a tierras catalanas te la da un radar muy bonito. Luego hay otro y a los pocos kilómetros otro más.
Cruzo Alfarràs, donde unos chicos se quedan embobados mirandome pasar. En las grandes ciudades estamos acostumbrados a ver motos de todo tipo, pero en estos pueblecillos donde si ves una moto, posiblemente sea una de campo, parece ser que ver una Harley es como encontrar un trébol de 4 hojas.
Entre Balaguer y Tàrrega hay un pequeño pueblecito llamado El Tarròs donde encuentro un pedacito de historia. Una piedra, una estatua y una senyera nos recuerdan que allí nació Lluís Companys, president de la Generalitat de 1934 a 1940, exiliado a Francia en 1939, capturado por las tropas alemanas y fusilado en el castillo de Montjuïc en 1940 por las tropas franquistas.
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d.
 
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Tàrrega - Barcelona
La autonomía de la moto es un misterio. En ella influyen varios factores, y el que más se nota es el cómo se hacen los Kilometros. Normalmente me salta la reserva a los 120 o 130 km, pero cuando hago carretera seguida o autopista suele subir hasta los 160 km. Lo que nunca había visto en mi moto es llegar a los 180 km sin que salte la reserva. Lo que equivaldría más de 200 km si hubiera apurado. Tantos años con ella y aún me sorprende de vez en cuando.
Reposté y continuamos hasta Castellolí, donde siempre he tenido curiosidad por ver el circuito de velocidad. Como aún iba bien de tiempo le eché un ojo. Pinta muy estrecho y ratonero. No sé cómo pueden meter por ahí Ferraris.
Aproveché para quitarme la incordiosa ropa de lluvia, que había sido inútil durante todo el viaje. -”Gracias amigos meteorólogos de Raticulín.”
En este punto daba prácticamente por finiquitado el día, pero mi mujer estaba en esos momentos en Barcelona y quería verla ya. Así que se sumaron otros 30 km para pasar por Barcelona antes de llegar a casa.
Parada en el area de servicio de Montserrat para repetir una foto que ya tenía, pero cuando la moto era gris y no verde.
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Barcelona - Montmeló
Al entrar al área metropolitana de Barcelona me recibió un bochorno terrible, pero no importaba, prácticamente había llegado a casa sano y salvo.
Despues de pasar un ratito con mi mujer y su amiga de la infancia me volví a subir en la moto y me percaté que el cielo se habia vuelto a cubrir con un manto negro. Estaba más amenazador de lo que había estado en todo el viaje y yo precisamente me acababa de quitar la ropa de lluvia. Pero yo estaba tranquilo. Por que Dios va en moto. Y no me iba a joder justo a 20 km de casa.

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Thanks
En total han sido 630 Kilometros memorables. Esta ruta no sólo me ha llevado por autopistas, autopistas, comarcales, nacionales buenas, nacionales malas, puertos de montaña y hasta puentes romanos. También me ha llevado a pasar varias horas pensando en los regalos que nos da la vida. En que hay que aprovechar y disfrutar. Viajar en moto es algo que todo motero debería hacer al menos una vez en la vida. Envidio a los que hacen de su vida un viaje. A los que tienen 4 días y los pasan encima de sus motos. Y sobre todo envidio a los que tienen la suerte de compartir esta pasión con sus mujeres y amigos. Yo no tendré tantas oportunidades para repetirlo, pero os puedo asegurar que cuando lo realizo lo disfruto como el que más. Cinco han sido los viajes “largos” que he realizado: Francia, Madrid, Zaragoza, Las Vegas-Gran Cañón y este. Todos ellos han sido especiales. Todos ellos los tengo grabados en mi retina. Y de todos volví enriquecido como persona. Dicen que un día empleado en viajar equivale a 7 días vividos. Si es así acabo de ganar 14 días de vida.
Quiero dar las gracias a Carol (mi mujer), a Javier, Sira, Nara y Zoe. Porque si no fueran como son, me habría perdido estos fantásticos días.

d.
 
Muchas gracias por compartir el viaje. Me lo he leído del tirón y me ha encantado. Casualmente estuve esos días por la zona, pero iba con el peque y mi mujer, así que tocaba ir enlatado... ¡Qué envidia me has dado!
 
Buen relato de esa gran ruta:complice:
Gracias compañero.

Muchas gracias por compartir el viaje. Me lo he leído del tirón y me ha encantado. Casualmente estuve esos días por la zona, pero iba con el peque y mi mujer, así que tocaba ir enlatado... ¡Qué envidia me has dado!
La verdad es que es un lugar precioso y las carreteras tienen muy poco tráfico. Seguro que también disfrutaste en coche.
 
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