Está si que es fea de cojones

Estaba en un bar, no me acuerdo de que lugar. Y una chica jugaba a una máquina de juego recreativo. Puede que una de marcianos...
 
Tienes demasiada amnesia. Es mejor que nos dejes a nosotros...


Lo del bar, también. También lo meteremos en nuestra historia.

Y también habrá motos. De las de la época. La TZR y la Cobra de 80.
 
Joer macho, la peña no se anima a darle continuidad a este escrito aspirante a bets seller del 2024.


Escribid algo, cabrones. Si el esponja no nos cuneta su rollo con la rossi de Palma, hay que inventarselo. De una forma o de otra, de una mentira tenemos que sacar la verdad.
Porque a lo mejor no se lió con la rossi de palma, sino con Valentino rossi.

¡Escribid!

La accion se desarrolla en Samarruga de la Punta, durante las fiestas patronales de San Prepucio y el escenario principal es la pista de coches chocones del recinto ferial....
Tras el primer cruce de miradas calculé el número de fichas y el de amigas de la rubia, aunque lo realmente importante es que la última ficcha fuera para ella.
Cada vuelta, al pasar cerca del puesto de manzanas de caramelo imaginaba como debía oler ese cuello con una cadenita de la que colgaba un corazón... me sacó de mi enmimismamiento el sonido de la Ducati Road de mi colega que acababa de llegar dando gas.
 
Tras el primer cruce de miradas calculé el número de fichas y el de amigas de la rubia, aunque lo realmente importante es que la última ficcha fuera para ella.
Cada vuelta, al pasar cerca del puesto de manzanas de caramelo imaginaba como debía oler ese cuello con una cadenita de la que colgaba un corazón... me sacó de mi enmimismamiento el sonido de la Ducati Road de mi colega que acababa de llegar dando gas.
¿Ducati Road? GAYERRRRRR!!!
 
Fué parar la moto y la rubia se lo quedó mirando de forma que entendí que le hacía ojitos. De repente me empezaron a doler las manos y la cara, eso que aún no habían empezado las hostias. frené el coche rojo a su lado y le dije:
-Guapa, una vuelta?
 
Fué parar la moto y la rubia se lo quedó mirando de forma que entendí que le hacía ojitos. De repente me empezaron a doler las manos y la cara, eso que aún no habían empezado las hostias. frené el coche rojo a su lado y le dije:
-Guapa, una vuelta?
Fué subirse y me invadió el olor a pescado...no fuí capaz de relacionarlo con su trabajo y de golpe se me puso el rabo como el martillo de Thor.
 
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