Llegó la lluvia... menudo coñazo

Barry

Well-Known Member
Llegó la lluvia y hemos de celebrarlo... manda webos!
aun recuerdo esos bonitos días de Octubre en manga corta recorriendo el asfalto con el viento sobre mi cara.

Alguno dirá que hay que ser motero con lluvia o sin ella. La verdad es que por seguridad y con las carreteras atestadas y paradas, más el hecho de ponerte 300 capas de material antiagua, el casco lleno de gotas, la moto cogiendo agua-aceite sucia del asfalto, los pasos de cebra deslizantes, los charcos... termino cogiendo el puto coche.

No me gusta la lluvia por mucho que sea bueno para el campo, los pantanos... que llueva por las noches y que sobretodo nos deje el finde.

Ya me he desahogao...
 
Tu lo has dicho, hay que see motero con lluvia y sin ella.

Y piensa que después de la lluvia viene el frío y la nieve! Asín es la vida
 
Yo salgo igual con la lluvia. Es cuestión de poner más sentido en la conducción.

Birras
 
Es más coñazo conducir con lluvia, pero teniendo cuidadín y yendo bien equipado tampoco es tan malo. Ya vendrán los días buenos. Además, viviendo en Madrid parece que llueve mucho pero no es así, aquí llueve unos 60 días al año (en San Sebastián, 140), y de esos 60 días muchos de ellos son cantidades inapreciables. Luego, el día que llueve, tampoco llueve durante todo el día, es decir, puede que te pille encima de la moto o puede que no. En fin, que paciencia, yo voy a currar a tu pueblo en moto todo el año y no es pa tanto.:complice:
 
Yo soy tambien de los de todos los dias.
No obstante, creo que la culpa de que llueva la tiene Zapatero:cachondon:, aunque recuerdo que a la entrada de Baena, hace un tiempo, habia una pintada que decia: "CON FRANCO LLOVIA MAS":cachondon:
Venga hombre, que lo que llueve es agua, que si fuera cerveza, iriamos muchos con la boca abierta, je je je:partiendose_de_risa:partiendose_de_risa:partiendose_de_risa
 
Pues yo también soy de los que si llueve o así lo pronostican (...q luego no aciertan la mitad de los días) la moto se queda en casa.

Paso de arriesgarme, ya no tanto por mí como por los coches que conducen igual que si hiciera un día de verano y me llevan acojonao.
 
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