DANIEL FLHRC
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Presentación: Daniel y su HD Road King Classic (Madrid)
Estimados compañeros:
Mi nombre es Daniel, vivo en Madrid capital, tengo 46 años y soy propietario de una HD Road King Classic comprada a finales de junio de este año (modelo 2011).
No trata de mi primera moto (de hecho, es la octava), lo que me llevará en breve a cumplir mis 30 años con motos debajo de mis posaderas.
He pasado por todas la etapas, el ciclomotor, la moto de campo en todas sus especialidades (he tenido moto de cross, de trial y de enduro), hasta llegar a la carretera, en primer lugar con mono Dainese de colorines para luego pasar a la cordura.
Tal es mi afición que es mucha la gente que me pregunta como es que surgió. Me cuesta recordarlo, pero creo que la respuesta está, como siempre, en la niñez.
Me crié en Ponferrada, en la provincia de León, y el recuerdo que tengo es ver pasar una HD Electra Glide de aproximadamente el año 75 en color turquesa que sinceramente me emocionaba. Si a esto le sumo una colección de cromos que hice en la cual se hacía constar la cilindrada de los modelos... yo llegué a imaginarme que la HD con sus mil doscientos y pico debería correr más que una Ducati 900 SS.
Sin embargo esa pasión de juventud ha tenido que esperar hasta ahora, fundamentalmente porque todavía tenía que quemar determinadas etapas hasta poder llegar a ésta. Me explico. Allá por el año 2002 compré mi anterior moto, una Honda Pan European ST 1300 (de la que por cierto guardo un inmejorable recuerdo). Ya en aquel momento tuve dudas de si comprar esa moto o por el contrario hacerme con una HD Electra Glide Standard, por aquel entonces de obligatorio color negro. Pero tuve la ocasión de probarla y... desistí. La moto frenaba mal, andaba poco y vibraba mucho. Nada grave, salvo lo de los frenos... pero... aún no me encontraba preparado.
Pensé, pasemos unos cuentos años en una moto tecnológicamente perfecta, con una calidad impresionante pero eso si, con "poco espíritu" y veremos lo que hace el tiempo... tanto en los modelos HD (que sin duda mejorarán) como sobre todo en mi forma de entender las motos (que girará hacia posiciones mas tradicionales).
Y así me he pasado un buen numero de años, asistiendo a las jornadas de puertas abiertas para probar una HD Touring y ver que iba sintiendo. En general, todos los años pensaba al volver a casa en mi Pan después de probar la HD... ¡pero para que me la voy a comprar, si mi moto va mucho mejor!... Pero sucedía algo muy curioso, que es que cada año que pasaba esa sensación se iba diluyendo.
Al final, mi Pan se fue haciendo mayor, y la empece a ir viendo como una moto antigua mas que como una moto clásica (que evidentemente nunca lo ha sido).
Solo faltaba un escollo, y es que a la hora de escoger...había un nuevo contendiente: la nueva BMW K1600GTL. Esta moto suponía todo lo que yo tecnológicamente estaba buscando... y por cierto, costaba, con todos los extras posibles del configurador, 250 euros menos que mi HD.
Nuevamente a dudar, pero entonces fue cuando recordé una frase que hace unos años me comentó un feliz poseedor de una Fat Boy... ésta moto, me dijo, la he comprado para que mi hija la disfrute como un tesoro cuando yo ya no pueda montar en ella... y eso, que yo también pienso hacer, jamás podrá podrá suceder con una moto que no sea una HD.
Así que, aquí estamos, con una HD FLHRC que disfruto mucho montando y muchísimo contemplando.
Sin embargo, y después de todo lo hablado, sigo sin tener claro me he integrado en la familia Harlysta en el sentido mas norteamericano posible de la expresión. Tengo que decir que no me gusta la cerveza, y para ser sincero, me encuentro lejos de la cultura Hells Angels, a la que respeto, pero a la que sinceramente no pertenezco. Compro habitualmente revistas del sector como Biker Zone y honestamente os tengo que decir que algún tipo de quedada publicada no parece hecha a mi medida. Como anécdota os comento que tengo alguna camiseta tirando a atrevida, y hoy por hoy la escondo debajo de una cazadora de cuero BMW. Queda por comprobar si en eso también iré cambiando. NOTA: OS RUEGO QUE ESTE COMENTARIO SEA BIEN ENTENDIDO.
En cualquier caso, me imagino, que a diferencia de lo que piensa la gente ajena a este mundillo, bajo un mismo apellido se aglutina a personas con una diversidad mayor de la aparente.
Hoy, como la mayoría de los festivos en los que no salgo a hacer deporte (algo que hago sobre todo para no ponerme fondón) una persona que se identificó como moderador o responsable de esta web me ha invitado muy amablemente a participar y yo lo hago muy gustoso.
Tendremos ocasión de vernos un domingo de estos y de ir comentando
Y por supuesto, os invito a unas cervecitas, aunque como digo, para mi será una cocacolita.
Saludos cordiales
P.D.: No tengo fotos de la moto conmigo al lado. La que os muestro se corresponde de una salida que hice un domingo de este verano
Estimados compañeros:
Mi nombre es Daniel, vivo en Madrid capital, tengo 46 años y soy propietario de una HD Road King Classic comprada a finales de junio de este año (modelo 2011).
No trata de mi primera moto (de hecho, es la octava), lo que me llevará en breve a cumplir mis 30 años con motos debajo de mis posaderas.
He pasado por todas la etapas, el ciclomotor, la moto de campo en todas sus especialidades (he tenido moto de cross, de trial y de enduro), hasta llegar a la carretera, en primer lugar con mono Dainese de colorines para luego pasar a la cordura.
Tal es mi afición que es mucha la gente que me pregunta como es que surgió. Me cuesta recordarlo, pero creo que la respuesta está, como siempre, en la niñez.
Me crié en Ponferrada, en la provincia de León, y el recuerdo que tengo es ver pasar una HD Electra Glide de aproximadamente el año 75 en color turquesa que sinceramente me emocionaba. Si a esto le sumo una colección de cromos que hice en la cual se hacía constar la cilindrada de los modelos... yo llegué a imaginarme que la HD con sus mil doscientos y pico debería correr más que una Ducati 900 SS.
Sin embargo esa pasión de juventud ha tenido que esperar hasta ahora, fundamentalmente porque todavía tenía que quemar determinadas etapas hasta poder llegar a ésta. Me explico. Allá por el año 2002 compré mi anterior moto, una Honda Pan European ST 1300 (de la que por cierto guardo un inmejorable recuerdo). Ya en aquel momento tuve dudas de si comprar esa moto o por el contrario hacerme con una HD Electra Glide Standard, por aquel entonces de obligatorio color negro. Pero tuve la ocasión de probarla y... desistí. La moto frenaba mal, andaba poco y vibraba mucho. Nada grave, salvo lo de los frenos... pero... aún no me encontraba preparado.
Pensé, pasemos unos cuentos años en una moto tecnológicamente perfecta, con una calidad impresionante pero eso si, con "poco espíritu" y veremos lo que hace el tiempo... tanto en los modelos HD (que sin duda mejorarán) como sobre todo en mi forma de entender las motos (que girará hacia posiciones mas tradicionales).
Y así me he pasado un buen numero de años, asistiendo a las jornadas de puertas abiertas para probar una HD Touring y ver que iba sintiendo. En general, todos los años pensaba al volver a casa en mi Pan después de probar la HD... ¡pero para que me la voy a comprar, si mi moto va mucho mejor!... Pero sucedía algo muy curioso, que es que cada año que pasaba esa sensación se iba diluyendo.
Al final, mi Pan se fue haciendo mayor, y la empece a ir viendo como una moto antigua mas que como una moto clásica (que evidentemente nunca lo ha sido).
Solo faltaba un escollo, y es que a la hora de escoger...había un nuevo contendiente: la nueva BMW K1600GTL. Esta moto suponía todo lo que yo tecnológicamente estaba buscando... y por cierto, costaba, con todos los extras posibles del configurador, 250 euros menos que mi HD.
Nuevamente a dudar, pero entonces fue cuando recordé una frase que hace unos años me comentó un feliz poseedor de una Fat Boy... ésta moto, me dijo, la he comprado para que mi hija la disfrute como un tesoro cuando yo ya no pueda montar en ella... y eso, que yo también pienso hacer, jamás podrá podrá suceder con una moto que no sea una HD.
Así que, aquí estamos, con una HD FLHRC que disfruto mucho montando y muchísimo contemplando.
Sin embargo, y después de todo lo hablado, sigo sin tener claro me he integrado en la familia Harlysta en el sentido mas norteamericano posible de la expresión. Tengo que decir que no me gusta la cerveza, y para ser sincero, me encuentro lejos de la cultura Hells Angels, a la que respeto, pero a la que sinceramente no pertenezco. Compro habitualmente revistas del sector como Biker Zone y honestamente os tengo que decir que algún tipo de quedada publicada no parece hecha a mi medida. Como anécdota os comento que tengo alguna camiseta tirando a atrevida, y hoy por hoy la escondo debajo de una cazadora de cuero BMW. Queda por comprobar si en eso también iré cambiando. NOTA: OS RUEGO QUE ESTE COMENTARIO SEA BIEN ENTENDIDO.
En cualquier caso, me imagino, que a diferencia de lo que piensa la gente ajena a este mundillo, bajo un mismo apellido se aglutina a personas con una diversidad mayor de la aparente.
Hoy, como la mayoría de los festivos en los que no salgo a hacer deporte (algo que hago sobre todo para no ponerme fondón) una persona que se identificó como moderador o responsable de esta web me ha invitado muy amablemente a participar y yo lo hago muy gustoso.
Tendremos ocasión de vernos un domingo de estos y de ir comentando
Y por supuesto, os invito a unas cervecitas, aunque como digo, para mi será una cocacolita.
Saludos cordiales
P.D.: No tengo fotos de la moto conmigo al lado. La que os muestro se corresponde de una salida que hice un domingo de este verano
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