Entra Supermán con mucha dificultad, vendado, arrastrando las piernas con muletas, un ojo a la funerala y escayolado hasta las tetas.
Spiderman acude rápido en su ayuda, y lo sienta cuidadosamente en la mesa del Hombre Enmascarado, tan preocupado como él.
Intrigado, le pregunta: "¡¿Se puede...