Llevo muchos años montando en moto y he tenido muchas motos, pero nunca una Harley. La verdad es que eran motos que no me llamaban la atención.
Eso era así hasta hace tres o cuatro veranos, no recuerdo bien, una Cross Bone se cruzó en mi camino.
Aquel manillar tipo cuelgamonos no me gustaba nada, pero esa horquilla Springer, ese asiento con muelles y el aire retro de la moto me gustó mucho, tanto que comencé a husmear por la web de Harley y también fué entonces cuando descubrí este foro.
Buscando por ahí, vi fotos de esa moto con un manillar tipo beach bar y con guardabarros envolventes. Simplemente maravillosa.
Aquel verano me dio un calentón importante con aquella moto, llegué incluso a probar una Harley (nunca antes las había probado) y empecé a hacer cuentas por si me quedaba con una.
Pasó el verano, volví a montar en mis motos y se me olvidó el tema de la Harley. Aquel invierno pensé que había pasado por una especie de locura veraniega y que afortunadamente se me había pasado esa insensata idea de hacerme harlista.
Todo bien hasta que llegó de nuevo el verano y como por arte de magia, de nuevo me veo observando con curiosidad y deleite a las Harleys que me encontraba por las calles. De nuevo vuelta a entrar en la web de Harley y a consultar este foro.
No sé si fué aquel verano o el siguiente el que descubrí otra Harley que me encantaba, la Softail Deluxe. ¡Qué bonita era esa moto también!. Decididamente me estaba enamorando de las Harleys de estilo retro.
Volvió a pasar el verano y volví a olvidarme de las Harleys.
Yo soy más motero de invierno que de verano, no sé por qué me daba a mí esa perra por las Harleys en verano.
Afortunadamente siempre después del verano llega el invierno y yo me olvidaba de ese diablillo custom que se adueñaba de mi cerebro en verano.
Este año llegó el verano de nuevo y como de costumbre, volví a mirar las Harleys con interés, pero como ya conocía el fenómeno, lo controlé bastante bien y no le dí mucha importancia.
Pero hace poco, de forma casual, pasé por delante del concesionario Harley y entré a saludar al dueño, antiguo amigo mío.
Tenía allí una Road King y de pronto descubrí en ella ese aire retro que tanto me gusta de las Harleys. Al momento pensé: esa moto sin esa horrible pantalla y con un manillar tipo beach bar es tan bonita como la Deluxe y mucho más práctica para viajar con pareja.
Mi amigo debió ver en mis ojos ese destello de pasión veraniega, y esta vez no dejó pasar la oportunidad de venderme una Harley, y yo me dejé llevar.
No sé si cuando llegue el invierno me habré arrepentido, creo que no, pero el hecho es que ahora ya voy a tener una Harley, una preciosa Road King.
Aún no la he sacado del concesionario, cuando ruede con ella ya os contaré las impresiones, pero de momento ya me está regalando momentos de ilusión. En el fondo de eso se trata.
Eso era así hasta hace tres o cuatro veranos, no recuerdo bien, una Cross Bone se cruzó en mi camino.
Aquel manillar tipo cuelgamonos no me gustaba nada, pero esa horquilla Springer, ese asiento con muelles y el aire retro de la moto me gustó mucho, tanto que comencé a husmear por la web de Harley y también fué entonces cuando descubrí este foro.
Buscando por ahí, vi fotos de esa moto con un manillar tipo beach bar y con guardabarros envolventes. Simplemente maravillosa.
Aquel verano me dio un calentón importante con aquella moto, llegué incluso a probar una Harley (nunca antes las había probado) y empecé a hacer cuentas por si me quedaba con una.
Pasó el verano, volví a montar en mis motos y se me olvidó el tema de la Harley. Aquel invierno pensé que había pasado por una especie de locura veraniega y que afortunadamente se me había pasado esa insensata idea de hacerme harlista.
Todo bien hasta que llegó de nuevo el verano y como por arte de magia, de nuevo me veo observando con curiosidad y deleite a las Harleys que me encontraba por las calles. De nuevo vuelta a entrar en la web de Harley y a consultar este foro.
No sé si fué aquel verano o el siguiente el que descubrí otra Harley que me encantaba, la Softail Deluxe. ¡Qué bonita era esa moto también!. Decididamente me estaba enamorando de las Harleys de estilo retro.
Volvió a pasar el verano y volví a olvidarme de las Harleys.
Yo soy más motero de invierno que de verano, no sé por qué me daba a mí esa perra por las Harleys en verano.
Afortunadamente siempre después del verano llega el invierno y yo me olvidaba de ese diablillo custom que se adueñaba de mi cerebro en verano.
Este año llegó el verano de nuevo y como de costumbre, volví a mirar las Harleys con interés, pero como ya conocía el fenómeno, lo controlé bastante bien y no le dí mucha importancia.
Pero hace poco, de forma casual, pasé por delante del concesionario Harley y entré a saludar al dueño, antiguo amigo mío.
Tenía allí una Road King y de pronto descubrí en ella ese aire retro que tanto me gusta de las Harleys. Al momento pensé: esa moto sin esa horrible pantalla y con un manillar tipo beach bar es tan bonita como la Deluxe y mucho más práctica para viajar con pareja.
Mi amigo debió ver en mis ojos ese destello de pasión veraniega, y esta vez no dejó pasar la oportunidad de venderme una Harley, y yo me dejé llevar.
No sé si cuando llegue el invierno me habré arrepentido, creo que no, pero el hecho es que ahora ya voy a tener una Harley, una preciosa Road King.
Aún no la he sacado del concesionario, cuando ruede con ella ya os contaré las impresiones, pero de momento ya me está regalando momentos de ilusión. En el fondo de eso se trata.