Yo, lo de cambiarle el depósito a las Forty-Eight me parece una barbaridad. Para mí es la moto con más carácter del catálogo de Harley. No digo la mejor, pero sí que desborda personalidad. Y ese depósito, la rueda gorda delante, los espejos invertidos y la postura de conducción son el alma canalla de esta moto. Y al final, lo de la autonomía es más una limitación teórica que real. Se enciende la reserva a los 90, 90 y pico, más o menos. Te quedarán dos litros que te darán para otros 30 km. Mejor no jugársela, repostaje cada 100 km y con el pretexto, estiramos la espalda y recobramos la compostura, porque a ver, para viajar, cómoda, cómoda, no es. Pero guapa y brava, la que más.