moriwoki
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Hola a todos.
Introducción
Hace ya algunos años compré la Yamaha FJ 1200 que poseo en la actualidad y que uso de manera particular como moto de calle. Me gusta, entre otras cosas, porque en su día, hace 22 años, era un modelo único que proyectaba en España una imagen de Gran Señora de la carretera (por comodidad, motor y prestaciones) que hoy en día no se puede concentrar en una sola moto. No hay ninguna de hoy que represente lo que fue la FJ en aquellos años.
Bien. La moto estaba en un estado aceptable y tenía un comportamiento digno aún. En cuanto abordé la primera carretera de montaña empecé a restregar los avisadores de las estriberas por el asfalto (moneda corriente) y en cuanto salí de España con ella pude comprobar con kilómetros de sobra cuál es su velocidad punta, con baúl incluido.
Un día, como otros muchos, aparqué la FJ en un garaje junto a la Sportster de mi amigo, y sin embargo compañero, José Ángel (Jalova, en este foro). Estuvimos un rato charlando con la trasera de las dos motos paralelas en perspectiva, y en medio de la conversación, de repente, me di cuenta de un detalle sorprendente en los neumáticos de ambas.
-¡Oye, pero si son iguales!
Efectivamente, repasamos el dibujo con la mirada y después comprobamos el modelo en el flanco de cada uno de ellos. Efectivamente, el mismo: Dunlop D-404.
El ángulo de inclinación de la FJ, aun no siendo una erre, sino una Sport turismo, es muy superior al de cualquier custom, y al de todas las Harleys –incluyendo la XR 1200- y la diferencia en velocidad punta pues… 260 por hora (de marcador) para la Yamaha. No tuve ninguna queja de aquel neumático con el que compré mi moto. Ninguna, ni en seco ni en mojado. Para mí, agarraba fenomenal y soportaba bien la tracción de los 130Cv que rinde la FJ (supongo que con los años alguno menos).
Por otro lado, cada vez que he hecho la prueba a una Harley de prensa para escribir su correspondiente reportaje he puesto especial atención en el comportamiento de los neumáticos, a pesar de… o precisamente por tratarse de motos custom. En seco y en mojado, inclinando o frenando, traccionando con una 883 o con una potente CVO, nunca he sentido el deslizamiento, tan sólo clavando el freno trasero ex profeso o acelerando a tope en parado con el delantero tirado para hacer el gamberro creando una nube blanca, que, alguna vez, lo confieso, también lo he hecho para alguna foto espectacular, o resbalando indefinidamente sobre un charco.
EL TEMA EN CUESTIÓN
Bien. Decía que siempre he puesto especial atención en el comportamiento del neumático que monta una custom precisamente por lo siguiente:
Os he visto abrir hilos y he leído post, largos post, abundando en lo mismo. Post en los que muchas veces se vierten opiniones categóricas acerca de ese comportamiento de las gomas (el tema del rendimiento y duración lo dejamos para otro momento), algunas de ellas, bastantes, poniendo como un auténtico trapo al modelo de neumático en cuestión y otras alabando, en cambio, el excelente agarre de otra marca.
No sé cuántas Harleys he probado hasta la fecha (cuando hablo de probar, no hablo de dar una vuelta a la manzana, sino de haber hecho al menos unos cientos de kms con ellas, sino más de mil), más de 15, tal vez 20, todas tal y como se venden de serie, salvo alguna rara excepción. El agarre para mí siempre ha sido intachable, como he dicho, y montando en mi Yamaha ahora un neumático, si no custom, muy seimilar por restricciones de medida (llanta trasera de 16”) puedo tirar la FJ sin una queja, sin un solo amago, tal y como aparece en la foto.
Es evidente que algo me estoy perdiendo cuando leo a alguno de vosotros, o me comenta de viva voz, que tal o cual neumático se le “ha ido”. “Se le ha ido el neumático en una curva”. Tal vez en la interpretación de esta frase esté el quid de la cuestión. No lo sé, pero a priori puedo entender tres cosas:
1.- Que abordando inclinado una rotonda, por ejemplo, pase por encima de una línea discontinua de pintura que lleve ya sobre sí tantas manos de pintura que llegue a levantar dos centímetro del suelo. En ese caso, el neumático habrá copiado el firme con total fiabilidad y habrá transmitido al motorista el lógico vaivén producido al salvar rápidamente y por dos veces el pequeño escalón: de subida y de bajada.
2.- Que al entrar en una curva con una buena inercia el motorista tire la moto hacia el interior del viraje con decisión, haciendo contramanillar de un solo golpe. En ese caso y en ese momento es común, sobre todo en las más pesadas, que la carcasa del neumático ceda en un juego de apenas un par de centímetros, o menos, sobre la garganta de la llanta, produciendo lo que llaman “flameo” y que se transmite al manillar con un vaivén blando que puede inquietar al motorista, qué duda cabe, aunque resulte inofensivo porque el neumático permanece firmemente asido al asfalto y es muy difícil, por otro lado, que la moto llegue a perder la trayectoria con ese movimiento.
3.- Que verdaderamente la rueda deslice sobre el asfalto, que el neumático derrape, con el consiguiente peligro que eso entraña.
¿Cuando alguno de vosotros dice “se me ha ido la rueda, trasera o delantera, en una curva” se está refiriendo realmente a que el neumático está deslizando, está derrapando o habla de otra cosa?
Con esta pregunta trato de abrir una tertulia –insisto: tertulia- lo más aclaratoria posible con el fin de identificar exactamente cuál es el comportamiento de uno u otro neumático para la mayoría de vosotros, y de saber por fin -y en lo que a mí respecta en particular- qué es lo que se me está pasando por alto a propósito de este tema.
Os quedo enormemente agradecido por vuestras aportaciones.
Pdata. Sobre los Metzeler Marathon, tengo que decir que los he probado exhaustivamente en la V-Max y la Diavel, lo hice en carretera y también en el circuito de Cartagena, además de con las vueltas correspondientes, con pruebas de aceleración. También los he probado en dos V-Rod.
El comportamiento me resultó siempre impecable.
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